Esta famosa frase nos ha puesto a pensar a más de uno en la vida, en como somos, que parecemos, que queremos, a donde vamos... Tuve una media hora de vacío frente al espejo, es aterrador mirar nuestro propio reflejo y no gustarse, o peor aún no reconocerse, y en esos momentos es cuando hay que atreverse a tomar medidas drásticas.

Vale poco como te vean las personas, o lo que opine de ti la "sociedad", lo importante e imprescindible es como te ven tus propios ojos, que te quieres proyectar y el aprecio que te tengas; es decir, todas esas cursilerías  que los Psicólogos y Orientadores llaman "Autoestima".

Uno como INDIVIDUO pasa la vida tratando de formarse, educarse, crearse una imagen que describa como un logo publicitario o como una marca lo que eres, a donde vas, y lo que haces; es eso lo que dice tu imagen a los otros, y aunque no importa lo que otros opinen, si gustas o no, no podemos olvidarnos de que  "Somos individuos viviendo en el colectivo" y a veces si no quieres que te pregunten sobre ti; mejor dilo gráficamente, habla de ti con lo que vistes, con tu forma de caminar, con tus gestos, proyecta tu personalidad... este discurso trillado, viene por lo siguiente:

Toda mi vida e trabajado duro, creándome una personalidad, que hable de mi despreocupada vida, de mi trabajo artístico, de mis creencias ideológicas y de mi "ego-individualista"; y ese esfuerzo de décadas, lo vi truncado al ir a una peluquería en donde no sólo me alisaron el cabello sino que me hicieron ver como no soy, al mirarme al espejo me sentía extraña, no podía identificarme como esa imagen proyectada, y aunque parezca un tanto drástico, me sentí aterrorizada, pero hasta en esos momentos de desesperación hay un foco de luz; el temor de años de hacerme mella el cabello desapareció, y con tijeras en manos me corté el pelo de un tajo, cortito al propio estilo de un niño, con una coleta larga debajo. En cada mechón que caía renacía una faceta de mi personalidad, nacía en mi esa chica atrevida e irreverente que por un instante se vio opacada por esos rulos de cabello alisado, y me dí gracias, gracias por ser quien soy, por no temerle al ridículo y por hacerme billar en todo mi esplendor ahora con  un estilo de mi propia inspiración...

Esta anécdota que acabo de contar, no se basa sólo en el cabello, se basa en los trabajos que no nos gustan, en la personalidad que no nos satisface, en el estilo de vida que llevamos; Es Necesario quererse, y cuando algo se interponen entre tú y tú, no hay otro salida que cortar de raíz el pasado, y dar pié a nuevas aventuras...

JHANOAYRA BB 2011
" UNO TIENE QUE HACER LO QUE TIENE QUE HACER... A VECES! "