No es cierto ese dicho que reza "el que calla otorga" o por lo menos no en todos los casos, a veces callar es una manera de evitar discusiones absurdas que no llegarán a ningún lado. Las disputas verbales sólo son útiles cuando las partes están dispuestas a cambiar su parecer, y si uno es convencido del modo de pensar del otro. Pero en  el intercambio de ideas, cuando ya todo está dicho y no hay opción de vuelta de hoja, como para qué caer una disyuntiva que caldee los ánimos. Sin embargo la tentación está latente, y en ese punto sólo has el experimento siguiente: "< Aclara tu visión lo más posible, y después calla, deja al contrincante expresarse hasta el cansancio, verás como su opinión variará sin rumbo fijo y quizá hasta te de la razón>"

Eso lo aprendí en la practica este día, tengo poca tolerancia a las personas tercas, no porque crea tener la razón siempre, a veces no se trata de tener razón sino de dar a entender un punto de vista; pero hay quienes por ser obstinados en su visión del mundo no se dan cuenta de la intención de tus opiniones, que para nada es restarle importancia a la suya o hacerlo ver como errado, sino mostrar otro modo de hacer las cosas...

Callar es algo que haré más seguido, te permite observar mejor las reacciones y los puntos débiles de los otros, te hace más interesante y sobre todo hace al otro sentirse obligado a indagar en ti. Es una práctica  que  enseña paciencia, sobre todo para quien carece de ella como yo, que te ayuda a medir el momento justo, que pone a prueba tu lenguaje corporal, y sobre todo tu tolerancia a las opiniones contrarias a las tuyas.


JHANOAYRA BB 2011
LAS PERSONAS NO ESTÁN PREPARADAS PARA LOS CAMBIOS, Y MÁS CUANDO ESTOS MUESTRAN UN MODO DIFERENTE DE HACER LAS COSAS, AL QUE ESTÁN ACOSTUMBRADOS...